LOS SINDICATOS EMPIEZAN A ESPABILAR

Tiziano Tizona
Hoy miércoles se reúne la Doña ministerial con los Doñitos autonómicos para tratar el inicio de curso (así con calma, que no se diga). Salen los de CCOO (nunca es tarde si la dicha es buena) con la exigencia de las ratios 20, con mantener las plantillas COVID e incluso aumentarlas con la contratación de 40.000 activos más (en los que incluyen otros profesionales de apoyo a la labor docente. No citan, pero se intuye, los reclamados “enfermeros escolares»). Todo eso está muy bien pero, así a bote pronto, hay dos problemones de los gordos: que lo hacen a seis días del comienzo de actividad docente, y que no les van a hacer ni puñetero caso. Lo cual indica que no supone más que un vistoso brindis al Sol. Los sindicatos (todos ellos) debieran cumplir prioritariamente con su labor de escucha, transmisión y reclamación de los derechos laborales del cuerpo y dar voz a las inquietudes de los docentes. El caso de la ratio es clamoroso desde tiempos inmemoriales y constituye el primer objetivo en la jerarquía de peticiones para dar un empujón a la calidad y a la compensación de desigualdades de nuestro sistema educativo, mucho más allá de metodologías, ámbitos, hiperaulas, chromebooks y demás zarandajas. Ya que parece que empiezan a hacer suya esta reclamación, expóngase en cada mesa de negociación, en cada rueda de prensa, en cada declaración a los medios y en cada campaña organizada hasta que cale. Si no, no dejará de ser un postureo más; bonito, pero postureo al fin y al cabo.