ESOS DÍAS…
Tiziano Tizona
Hay días, afortunadamente pocos, en que se te mete en la cabeza la idea aquella de mandarlo todo y a todos al carajo y que enseñen ellos a los niños: la Administración, el Consejero, la Ministra, la Sota de Bastos, el Rey o el Papa. Cuando te das cuenta que partirte los cuernos cada día delante de treinta de ellos no vale nada si es que Fulanito ha empujado a Menganito; si Petanito le ha llamado gafitas a Potanito. Tratas de poner orden y, antes de que respires, ya está la maquinaria de amenazas por parte de unos y de otros. No importa que el nene en cuestión no te haga ni puñetero caso cuando intentas ayudarlo. No importa que responda siempre con un bofetón cuando se le para una mosca. No importa que en casa mande más que un general y quiera hacerlo también en el aula. No importa que uno u otro parezcan tener en la vida más misión que tocarle las gónadas al resto de compañeros. “A mi hijo le han llamado…, le han empujado, le han quitado el lápiz…”. “Los compañeros no le han invitado al cumple”. “Fulanita le ha dicho que no quiere ser su amiga” “Voy a inspección, a Servicios Sociales, al Defensor del Menor, al Tribunal de La Haya”.
Mire, señor o señora, vaya usted donde le plazca que quizá a la vuelta ni me encuentre porque esté felizmente criando cabras o similares. Ya, si eso, de paso, le enseña usted ortografía, geometría, cálculo, gramática, eso de los griegos y de los romanos, a leer un pentagrama y la mayéutica de Sócrates. Y, si puede, a sus veintinueve compañeros también.
Tal cual es y todo apunta a que todavía, si cabe, puede ir a peor…
Dicen que en la Historia todo es cíclico y en eso confío, en que después de la debacle vengan tiempos mejores, tiempos para la lírica 🎶… aunque no sé ya si llegarán mis ojos a verlo.