LA TRAMPA DE ADAPTARSE AL MERCADO LABORAL

Tiziano Tizona
Por todos lados salen declaraciones que señalan la pauta de adaptar el sistema educativo a lo que reclama el mercado laboral. Además, se hace desde todas las etapas incluida, agárrense al asiento, infantil. Que si programación, que si el universo meta, que si digitalización, que si resiliencia (es decir aguantarse pero con una sonrisa en la boca), que si multitáreas…bueno, ya saben. Por lo que sabemos, nadie conoce qué nos deparará el futuro, lo que el mercado laboral demanda en estos momentos son camareros. Las causa está clara, están en muchos de los casos explotados y el desequilibrio de sueldo, horario y salario es notable. Si seguimos los consejos e instrucciones de gurús, ministros del ramo y bocachanclas varios, el año que viene, desde infantil, deberíamos enseñarles a llevar bandejas cargadas de botellines, a distinguir pulpo a feira del pulpo a la plancha, a sacar la cuenta junta o por separado, a colocar las mesas así o asá…También andamos reguleros de cajeros en hamburgueserías y de recolectores-temporeros en el sector agrícola. Así que no sería descartable un curso de vareo de olivos y de enceste de naranjas en las espuertas. No sé si se referirán a eso los de adaptar los centros y las competencias al mercado laboral, puede que no.