DESPEDIDAS EN ALMÍBAR

Tiziano Tizona
Se van llenando las redes de mensajes de los maestros a sus alumnos. Todo eso es precioso y denota el cariño que se les tiene a los polluelos. Estoy de acuerdo y me parece bien. Me llama la atención que, de todas las que se viralizan, ninguna hace referencia al esfuerzo, a la constancia, a los conocimientos adquiridos, al valor de la formación y de la cultura. Ojo, que también me parece bien, cada uno se despide de sus alumnos como cree conveniente, faltaría más. Pero está saliendo a flote una despedida de hace un par de años que me, permítaseme, revuelve un poco las tripas (no descarto que sea fake pero, visto como van las cosas, me inclino hacia su veracidad). Ahí van las joyas que suelta este compañero a sus alumnos:
“Si olvidan qué fue el “Big Bang”, no me molesta. Si no aprendieron nada sobre los romanos y los griegos, puedo entenderlos. Si no saben quiénes fueron Napoleón ni los faraones, no hay problema. Pero, por favor, nunca olviden apreciar la naturaleza, ayudar a quien lo necesite y, si no pueden amar al prójimo, por lo menos respétenlo”.
Lo de apreciar, ayudar, amar, respetar es para tatuárselo en la frente para verlo cada mañana. Pero, compañero, si desde una institución educativa, trasladas que da igual que sepan o que no, que olviden o que recuerden, que aprendan o no, es que ya se nos ha ido la olla del todo. Esa es la imagen que se está trasladando de los colegios en las redes. Mal andamos, a mal sitio llegaremos.