EL TRAUMA Y EL CISCO

Tiziano Tizona
La verdad es que no ha sido tan traumático. Se trata de aceptar estoicamente que no te queda más remedio que cumplir una misión y hacerlo lo mejor que uno pueda. Vamos a aprender cosas diga lo que diga la ley y sus focas aplaudidoras en busca de arenque fresco y presupuestario. Hoy tocaba que si sumar y restar fracciones con distinto denominador y hemos planteado varias formas de hacerlo, dibujos incluidos. Creo que lo han cazado, en esos instantes en lo último que pienso en es Wert, en Celaá y en Alegría; estoy concentrado en qué y cómo estoy haciendo las cosas y en los reclamos del respetable, en ese caso mis alumnos. Puede que el olvidarse de tamaños desastres de personajes a la hora de dar clase sea la clave de que esto siga fluyendo aunque sea un poco. Creo que esa es la clave. También, y esto no suena muy modennno, y como me huelo que este segundo trimestre se me va a quedar corto a base de la celebración de “Días de…” (el de la Paz está a la vuelta de la esquina), pienso que es más rápido y efectivo que yo les explique cómo se hace y por qué a que pierdan un par de sesiones viendo vídeos de YouTube con esa gran mentira de “que dirijan ellos su propio aprendizaje”. Ya sé que no es muy vistoso, pero es así y nadie me va a bajar de ese burro. Empiezo a acordarme de los ministros y consejeros cuando para evaluar si los niños saben sumar y restar fracciones y aplicarlo a la resolución de problemas, tengo que asociar un “sí”o un “no» a nosécuántas competencias del orden de a qué huelen las nubes matemáticamente hablando o la reproducción de la almeja chilena en su vertiente operativoemocional; aquí sí que me cisco (metafóricamente) en todas las generaciones de esta gente llegando hasta Lucy la australopithecus. Porque menuda pérdida de tiempo, señoras y señoros. Nada, feliz año nuevo a todos, todas, todes.

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