FRENTE A SU BASURA, MI AGRADECIMIENTO

Tiziano Tizona
Mira que los he tenido buenos, malos, regulares, excelentes y peores. Estrictos, blandos, preocupados, más ausentes, simpáticos y cactus. Pero a mis años solo cabe en mí el agradecimiento hacia todos aquellos que decidieron ganarse el pan enseñándome. Ante la vorágine de desprestigio que sufre hoy el cuerpo docente (muchas veces por los propios docentes), quiero dejar constancia de que su labor no fue en balde, que consiguieron despertar en mi la curiosidad, que me hicieron ver que el esfuerzo, de una forma u otra, da siempre frutos; que cuando abro un libro me ilusiono gracias a que ellos me enseñaron a apreciarlos. Pido perdón a todos porque era bastante canalla, ahora sé que en esos momentos fui muy desagradecido. Todavía me cruzo con alguno y el cariño va más allá de la oscura relación profe-alumno que nos quieren vender que pasaba hace unos años, es un afecto sincero y lleno de admiración en mi caso. Qué injusto es que se os venda como maltratadores comeniños. Hablo por mi propia experiencia que no excluye otras más negativas. En todo caso, meter a todos en el mismo saco es un error. Para vender “lo nuevo “, sin saber si es bueno o no, no debería ser necesario echar basura sobre lo antiguo. Somos muchos los que os debemos mucho. Don Pedro, don Antonio, doña Mercedes, don Enrique, Encarna, Fernando, don Jesús, Maribel, María José, Joan, don Juan, don Zoilo…espero no defraudaros: una de mis metas es acercarme a vuestra labor con mis polluelos. No hagáis caso a la tele, a la prensa, a los vendehumos…no sembrásteis en terreno baldío, mi admiración y mi cariño a todos.