MERITOCRACIA VERSUS ENCHUFISMO

Tiziano Tizona
La última polémica entre docentes, referente a los dieces y a los alumnos que los sacan, ha hecho aflorar de nuevo un ataque a la llamada meritocracia. Tal (la meritocracia) no debiera suponer que el fomentar y empoderar a los alumnos excelentes académicamente implique desatender al resto; más bien se trata de fajarse en conseguir que esa excelencia la alcance el mayor número de alumnos. Todo docente tendría que tener esto muy interiorizado: no se trata de vaciar la piscina sino que todos aprendan a nadar. Más que nada porque si acabamos con los méritos entran en escena los enchufes y, eso creo que no ha lugar a dudas, los contactos de unos son mucho más “poderosos» que la ausencia de contactos de otros: clasismo. Pongo un ejemplo para que se me entienda: todo el mundo protesta porque en los partidos políticos (y similares) triunfa el que mejor le sale la reverencia al líder y el que más humo despiden sus manos en los aplausos a las gansadas del alfa en vez del talentoso, crítico y polvorilla. Otro gallo nos cantaría si se promocionase lo segundo. Hay quienes parten de muy atrás, no les robemos la oportunidad de esforzarse para llegar a meta.