CUANTO MÁS FUERA DEL REBAÑO…

Tiziano Tizona
Puede que sea triste, creo que lo es, pero visto cómo andan las cosas en la educación, cuanto más apartado, más aislado, más arrinconado me siento…a la vez tengo la sensación de ser mejor docente. Puede que sea una sensación falsa, pero es que un servidor de ustedes tiene las cosas, puede que equivocadas, pero muy claras. A lo mejor tengo alma de kamikaze o de mártir: no me molesta en absoluto el nadar a lo salmón, a contracorriente. Y no lo hago por mí, tengan en cuenta que el dejarse llevar me sería muy cómodo y me evitaría muchos problemas; sino porque honestamente creo que es lo mejor para los niños que dejan a mi cargo para intentar enseñarles cosas, y a través de esos conocimientos, mejorarles la vida presente y futura. Por mucho que se diga o se escriba, considero fundamental una lectura sosegada y profunda, una memoria poderosa, una expresión escrita elegante y correcta…un humanismo…una cultura científica. Para ello no existe píldora mágica sino que es el resultado de un esfuerzo (por parte del profesorado y del alumno), de dedicarle tiempo, mucho más que al postureo o burocracias vacuas. Es un trabajo poco vistoso, hay que labrar la tierra a fondo y plantar la semilla de manera que las raíces sean sólidas y profundas aunque no salgan las flores en la foto, ya lo harán de manera hermosa e impregnarán con su aroma la sociedad del futuro. A la vez, hay que desechar la recompensa inmediata y el apuntarse tantos de cara a la galería de las vistosidades. Hay que resignarse a un segundo plano y esperar que la cosecha sea de provecho del alumno, que es el que verdaderamente importa.