NOS ESTAMOS EQUIVOCANDO DE «SOCIOS»
Tiziano Tizona
Cada vez que veo a la señá ministra o a un consejero de educación reunidos con algún fulano jefe de un banco, de una multinacional, de una empresa tecnológica… se me revuelven las tripas. Pienso que nos estamos equivocando de “partners» de todas todas. A la larga, por este camino que han emprendido, quedaremos y, lo que es peor, quedarán nuestros alumnos y nuestros centros, como simples apéndices subsidiarios de empresas que nada tienen que ver con la educación y mucho con el negocio. Condenados a ser candidatos a puestos de trabajo básicos y a un consumo exasperante sin más inquietudes que la última serie de alguna plataforma televisiva o el último modelo de teléfono para grabar y publicar gansadas con menos profundidad que una lata de anchoas. Todas ellas cambiantes, renovables cada temporada, obsoletas nada más adquirirlas… lo estamos viendo.
Procede, en mi opinión, buscar esos socios no entre Google, Amazon, el BBVA… sino entre museos, escuelas de pintura, orquestas o bandas de música, compañías de teatro, círculos literarios, laboratorios científicos, arqueólogos… (sigan ustedes, que hay más). No se trata de despreciar a las primeras, el sectarismo no debiera tener cabida en el sistema educativo, sino en no permitir que tutelen o manejen el espíritu de la formación cultural y los saberes a impartir y adquirir. Además de jerarquizar o priorizar los contenidos (llámense competencias, si quieren) que globalmente ha de adquirir un ciudadano para hacer avanzar la sociedad en la que se va a mover.
Les pongo un ejemplo: la maldita pandemia ha demostrado que la presencialidad y los pocos alumnos por aula hacen mejorar el rendimiento y la atención a la diversidad curricular del alumnado. Soluciones (ya lo ha anunciado el ministerio por omisión y algunas comunidades por acción … y las otras no tardarán), volver a las ratios anteriores, gastarse una millonada en comprar aparatitos y proporcionar una educación “on line» que se ha demostrado contundentemente que no funciona como opción principal, y muy poco como secundaria.