LA ÚLTIMA REFRIEGA EN EDUCACIÓN

Tiziano Tizona
Después de una primera andanada contra la memoria, la “batalla argumental” en las redes se concentra en la priorización, o no, del esfuerzo como elemento clave en el proceso de aprendizaje.
De la primera refriega, al final, se llegó a la conclusión, después de dar muchas vueltas a las vueltas, de que es imposible ningún aprendizaje que quiera llegar a ser significativo en el cual no intervenga la, en un principio, tan denostada memoria. Además, toda aplicación práctica (que es por donde van los tiros) requiere unos conocimientos previos que la implican. A ver si los de arriba se enteran porque esto sale de debates entre docentes, no de tiburones de la banca, de la OCDE y demás chiringuitos que rodean a la educación.
Respecto al esfuerzo, siempre en mi opinión, es un elemento irrenunciable no solamente en el ámbito intelectual sino también en cualquier otro. Ya quisiera yo, y supongo que todos, adquirir conocimientos por ósmosis, pero hasta el momento de hoy me ha resultado imposible; pues los chavales idem de idem. El caso es que no se vislumbra alternativa al esfuerzo intelectual para cebar el cerebro y con ello adquirir y aplicar competencias. Si existe, me la cuentan.
Todo esto no quiere decir que sean los únicos condicionantes, la voluntad y la motivación (incluida la que posee el aprendizaje «per se») son elementos fundamentales.
Por otra parte viajan las condiciones sociales, laborales, económicas de nuestro alumnado a las que nosotros, desde nuestro campo de actuación, debemos ayudar a que se noten lo menos posible en terreno educativo. Los apoyos y las ayudas son fundamentales y han de estar encaminados a ampliar el abanico de oportunidades de nuestro alumnado más desfavorecido y no condenarlo a unos mínimos que les dificulte, o directamente les niegue, su progreso social y cultural. Dennos recursos para ellos. Participen los ministerios (o consejerías) de asuntos sociales, de economía, de industria, de cultura… para paliar esas trabas de origen, es cuestión de todos, no podemos solucionarlo todo desde las aulas.

Print Friendly, PDF & Email

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *