DALE «ALEGRÍA» A TU CUERPO, MACARENA

Tiziano Tizona
Poco nos ha durado la alegría por Alegría.
Cuando la vimos aparecer tan joven, tan simpática, tan maestra… pensamos: “!Tate, una de las nuestras!” Pues no, hasta ahora ha demostrado ser Celaá pero con flequillo a lo Rafaella Carrá. Cada vez que se reúne la doña con los doños autonómicos o acude a alguna entrevista “amiga”, porque a las otras no se le ocurre pisar, el ingenuo que habita en mí, por un instante, alberga la esperanza de que empiece a enderezar el rumbo marcado por los últimos ministros de la cosa (de la diestra y de la siniestra). Pero no dura más que eso, un instante: las mismas naderías, los mismos terrenos comunes, las mismas “recomendaciones” que luego se pasan en las autonomías por el forro de sus Documentos Oficiales… El último ejemplo, su entrevista en “El País» (juzguen ustedes):
“La comunidad educativa ha hecho un trabajo magnífico para garantizar el derecho a la educación en un entorno seguro”. (La comunidad educativa te lleva diciendo desde el minuto uno que bajes las ratios y te lo has pasado por el arco de la alegría).
“Tenemos la experiencia adquirida y unos datos de vacunación muy positivos”. (Si quieres experiencia, métete conmigo en un aula con mis 30… y ninguno vacunado).
“He instado a las comunidades a que sitúen a la educación como una prioridad a la hora del reparto de estos fondos (COVID)“. (¿Te lo digo o no te lo digo lo que van a hacer con ellos?)
“Debemos dejar de hablar de la educación a golpe de titular.” (Desde “El País” a tropecientas columnas.)
“Consideramos que la Formación Profesional es un proyecto de país, un objetivo primordial”. (Decenas de miles de chavales sin plaza u obligados a pagar una privada).
Pues eso: “Dale alegría (Alegría) a tu cuerpo, Macarena. Aaaajayy.”