EDUCACIÓN: LOS HUEVAZOS VASCOS

Tiziano Tizona
El Gobierno Vasco ha encargado un estudio a la consultora Gestiker para conocer la opinión de los padres respecto a varias parcelas de la realidad educativa en esa comunidad autónoma. Llama la atención que ya empiecen a verse las consecuencias negativas a la excesiva digitalización de la enseñanza. Todo el mundo, creo, ve positivo el acercarse y dominar las nuevas herramientas que nos ofrece, pero no todo el mundo (los padres parecen que ya empiezan a hacerlo) ve los riesgos de poner todos los huevos en esa cesta, cual si fuera una panacea o un bálsamo de fierabrás garante del éxito educativo. La administración ha apostado muchísimos millones a esa carta en detrimento de otros recursos que sí han demostrado su impacto positivo en el rendimiento escolar (léase, por ejemplo, la bajada de las ratios) pero todo va apuntando a que la apuesta puede no ser del todo la certera. Se quejan los padres vascos del número de horas que pasan sus vástagos delante de las pantallas, ya no solo en casa sino ahora también en los colegios. Se quejan de que la tecnología está trayendo problemas a la hora de la comprensión lectora, la expresión oral y escrita de sus hijos. Se quejan de que la ortografía llega a ser anarquía y terriblemente inexistente.
Ya avisamos de ellos hace algún tiempo. Pero claro, a los profesaurios no se les hace caso, se les arrincona porque decenas de años en la enseñanza no significan que tengamos nada que aportar. A ver si hay suerte y los padres consiguen la rectificación de estos abusos tecnológicos, de la única manera que los políticos ponen la oreja: cuando les tiembla el sillón. Por lo pronto, la respuesta de la Administración Vasca es invertir 202,6 millones en los próximos tres años en un plan de transformación digital. No cabe duda de los huevazos de los vascos. ¡Aúpa!