NO QUISIERA ESTAR EN ESA PIEL

Tiziano Tizona
No quisiera estar en la piel del responsable de reconducir el tema educativo, cosa que sucederá más antes que después. Lo ideal sería (que no va a ser) es que se juntaran a discutir gentes de aula, que son los que tienen perfectamente localizados los problemas cotidianos del alumnado y las dificultades que presentan los aprendizajes. Como es harto improbable que el mundo político suelte el hueso educativo, por lo menos sería deseable el pacto y la unión de los dos partidos mayoritarios sin “apriorismos» en busca de una ley sensata y duradera que dure algo más que una legislatura. Una ley que deje claros los objetivos (sobre todo los académicos, pues de eso debería tratarse) y marque el perfil de salida alrededor de aquellos. Una ley que reconozca el peso de la digitalización como un apoyo, y no como dogma, y admita que los centros no están preparados para ello. Una ley que se apoye en la empresa, no para lo que pasa dentro del aula sino lo que sucede cuando nuestros alumnos salen de ella y se incorporan al mercado laboral. Una ley que sepa separar la formación de las ideologías y que simplemente dé armas al estudiante para analizar, distinguir y decantarse por una u otra (o ninguna). Una ley que sepa implantar un sistema para recuperar y hacer avanzar a los más rezagados, lo que hasta ahora (ni DUA ni DUO) no parece haberse conseguido más allá del postureo y la burocracia. Todo ello estoy seguro que (teniendo en cuenta la aportación de otras visiones pedagógicas) sería bien recibido por la comunidad docente y por la sociedad en general. ¿Pasará? Me temo que no, que se seguirá en el pasteleo.