SI VOLVIESE A NACER

Tiziano Tizona
Muchas veces me he planteado qué camino seguiría si volviese a nacer. Evidentemente, cambiaría muchas cosas,… lo que tengo claro es que, muy probablemente, volvería a ser maestro, a pesar de los pesares. Supongo que es porque me viene de cuna porque mi padre lo era, y en mi casa siempre se respiró la docencia como una forma muy honrada de ganarse la vida y como el mejor servicio que uno le puede ofrecer a la comunidad en la que vive. Todavía me emociono cuando sale del pozo algún niño con dificultades; cuando un porcentaje, aunque sea pequeño, descubre la magia de la lectura, cuando lees un escrito de ellos lleno de coherencia y de corrección. De los niños y de las familias en una aplastante mayoría solo me cabe el agradecimiento: he sido un privilegiado en el trato que me han dado y en el que todavía me dan. La mayoría de mis amigos actuales proceden del entorno escolar, son exalumnos, familiares y compañeros. Me trasladé a vivir al barrio donde se encuentra mi centro y me he podido permitir el lujo de dejarme el coche abierto puesto que nadie lo tocó jamás. Los negocios de mi entorno están copados de ex y es muy agradable ver como esos polluelos han salido adelante superando todo tipo de dificultades. Todo ello nada tiene que ver con la deriva feudoempresarial tecnobóbica y acultureta en la que estamos. Lo veíamos venir y lo permitimos. Eso sí lo cambiaría: he sido demasiado poco combativo con las gansadas y los postureos. Creo que están perjudicando a los polluelos a los que aprecio, la honestidad me pide sacar los dientes. Todavía me quedan años para jubilarme (o para que me toque la primitiva, que entonces iba a trabajar Chochín. Que a uno le gusta esto de dar clase pero tonto tonto no es), la vida da, todavía, oportunidad de resarcirse.