TOCAR LAS NARICES POR AFICIÓN

Tiziano Tizona
Cuando el diablo se aburre, mata moscas con el rabo. Más o menos es lo que le pasa a los ministerios relacionados con la educación en España: que se dedican a lanzar globos sonda para, básicamente, tocarle las narices a las academias y a los academicistas. La última es el proyecto que en teoría regirá las enseñanzas a impartir en las universidades de Magisterio. A los matemáticos les quieren aplicar una dieta de dos tercios de los créditos que hasta ahora eran obligatorios (de 18 a 6) en la materia en sí y en su didáctica. Claro, se han mosqueado más que una gamba en diciembre. No sería la primera vez que desde los ministerios lanzan la piedra y esconden la mano retrasando las medidas uno o dos milenios, pero hay que ver lo que les gusta la marcha, loco. Lo malo es que, exceptuando las altas esferas académicas, se ha aceptado eso de que la enseñanza de contenidos es secundaria y en las escuelas hay que dedicarse a cosas de nubes, unicornios y arcoiris; con lo cual, estas cosas (que no se valore que un profe sepa matemáticas y sus métodos de enseñanza) tampoco suenan a tan barbaridad como lo que son. Veremos a ver cómo acaba el sainete, pero interesante es. Si no fuera porque estamos echando a la basura el futuro de alguna generación que otra, sobre todo los de las clases menos favorecidas (las altas llevan a sus nenes a centros donde se les hacen callos en los codos), sería hasta divertido. Por supuesto, habrá quien me llame retrógrado y desalmado por lo que acabo de escribir; pero, amigo, yo eso me lo paso por los cuadrantes inferiores de mi insignificante anatomía.