NO SON TONTOS, AUNQUE OS EMPEÑÉIS

Tiziano Tizona
Los quieren tomar por tontos pero saben más que los “ratones coloraos». Pongan a un adolescente a autoevaluarse en un examen y añadan una pizca de pimienta (unas décimas si aciertan la nota) y se sorprenderán del nivelazo de clavada que se marcan, y cuando no lo hacen, normalmente es que se quedan cortos. Si a eso le sumamos que expliquen el porqué, se aclaran bastante los nubarrones de métodos, cartulinas, post-its, tertulias…achacan la buena o mala nota a “he estudiado y atendido” o “me he tocado el bolo». Ya está. Es cierto que, en algunas cosas, hemos de aprender de nuestra chavalada, y esta es una de ellas. Otra es que, guste más o menos a las altas esferas, la cualidad que más valoran en el docente como optimizadora de su rendimiento, más allá de métodos, aparatos o disfraces es que “el profe explica bien”. Supone, además, una excelente herramienta a la hora de que valoren su historia de aprendizaje en una unidad; y de rectificar, si cabe y si quieren hacerlo. No quita para si se da un número excesivo de fracasos analicemos , por supuesto, nuestras actuaciones, que aquí nadie hay libre de pecado.