IBÁÑEZ VERSUS PLANES LECTORES

Tiziano Tizona
Ayer pasó a mejor vida Francisco Ibáñez, creador, entre otros personajes, de Mortadelo y Filemón. Somos más de una generación los que hemos aprendido a amar la letra impresa gracias a sus viñetas; ayer fue un día muy triste. Y es que este señor solamente con su TALENTO y con su CAPACIDAD DE TRABAJO ha hecho más por la promoción del hábito lector que el 99% de los planes lectores actuales de informe, cartulinas y foto en Instagram. Y es que cuando uno hace lo que hace con esas dos premisas ( talento y trabajo) los frutos aparecen, o por lo menos tienen más probabilidades de hacerlo. Soy de los que opinan que los centros escolares deberían gastar, al menos, el mismo presupuesto en la biblioteca escolar o de aula que en aparatitos de lucecitas y “une con el dedo la rana y la charca, el caballo y la granja». Es más, con lo que vale un solo aparato, UNO, el aula dispondría de cómics de Mortadelo para uso, disfrute y aprendizaje de los mozalbetes y, si los cuidan, valdrían para el curso siguiente…y así. Los aparatejos a los pocos años o se estropean, o se quedan obsoletos o no hay programas para ellos, todo ello está calculado para mantener el anzuelo en el bolsillo del contribuyente, de las familias o de ambos (depende el caso). Un libro (o cómic) no tiene ninguno de esos problemas. Los planes lectores son efectivos si el alumno sigue leyendo, por su cuenta, después; no por los colorines del mural de “El rincón de la lectura» que realiza su maestro.