EL VEDETTISMO Y LAS ANCHOAS ESCOLARES

Tiziano Tizona
Hora de hacer una reflexión: ¿cuántas actividades de las que se realizan en la escuela dejarían de hacerse si se prohibiera la difusión de las mismas por redes sociales?
El marketing educativo se ha enseñoreado de la acción docente y ha convertido los colegios a la religión del vedettismo. Si no sale en Internet, no existe. Se pierden cantidad de horas en trabajar proyectos cuya sustancia se explica en un cuarto de hora simple y llanamente porque queda bien en la foto. Machacando así la formación del alumnado en favor del ego del docente o del centro.
La callada labor del día a día que es donde y como de fijan los aprendizajes queda eclipsada por performances (muchas de ellas infumables) que aportan poco o nada a la preparación de nuestros chicos, con carencias muchos de ellos de lecto-escritura y con verdaderos problemas de asimilación.
Va siendo hora de poner pie en la pared y de sentarse sosegadamente a analizar qué estamos haciendo con el derecho a educarse de nuestros muchachos. El tsunami posturero nos ha destrozado los cimientos de la casa. Los de dentro (que también somos culpables) deberíamos tener la obligación de rectificar y arrastrar con nosotros a las alturas. El colegio no es una agencia de modelos, una empresa de vender “productos finales». Debe ser algo más profundo que la lata dr anchoas en que los hemos convertido.