LA APUESTA CANALLA
Tiziano Tizona
Compañeros del metal, supongamos que en el honorable, cada día más, Congreso de los Diputados existiera un grupete de los mismos que se dedicara a tirar bolitas de papel a la presidenta del meollo, a poner chinchetas a los señoros y señoras de la bancada de delante, a no callar cuando les llaman al orden, a poner los pies sobre el estrado, a no dejar desarrollar los discursos de sus señorías, a chulear a los ujieres, a comerse un bocata de atún y tirar los restos al suelo, a pintar en los baños y a hacer obras de arte en las paredes de los mismos como su orina…
A pesar de que tienen derecho a estar allí, porque por y para ello han sido elegidos, irían a la calle ipso facto y alguno de ellos con sanciones más que ganadas a pulso. A todos nos parecería normal y acertado puesto que no cumplen con unas mínimas reglas de civismo y convivencia.
Pues en los colegios no. No se puede expulsar directamente a nadie, ni siquiera del aula, sin un juicio de los que haría sudar al mismísimo Perry Mason. La consigna es “te los comes en tu aula» y te apañas para dar clase. Si no puedes enseñar, te apañas.
Se me ha ocurrido la brillante idea de mandar a algunos a alguna sesión parlamentaria, a la Universidad de Pedagogía o a la redacción de un medio de comunicación y apostar los segundos que tardaban en largarlos de ahí. Sin juicio ni nada.