DUDO, ERGO LE ZUMBO AL MAESTRO

Tiziano Tizona
Después de dejar unos días para que la cosa se enfriase, vamos con el asunto Jerez. Lo primero es trasladar la solidaridad total a los heridos y sus familias. Lo segundo y definitivo es constatar, una vez más, la vomitera que producen ciertos discursos que atizan por sistema al docente sin molestarse en comprobar los hechos. Ignoro si el chaval que se lió a puñaladas sufría bullying o no. Que yo sepa, nadie se ha dirigido al centro para manejar su visión de los hechos en este sentido, se le ha condenado por principio sin escuchar su versión. En todo caso, si justificamos la acción del chaval, entramos en un peligrosísimo estado de western. Lo tercero es que es muy miserable trasladar la responsabilidad a unos profesores que evitaron males mayores a costa de poner en riesgo sus vidas, que parece que se nos olvida. Lo cuarto es que si los compañeros y las familias entrevistados conocían (según sus propias declaraciones) la situación de acoso hacía el chaval, y no movieron un dedo, no solo es al centro al que se debiera pedir explicaciones (que también). ¿La Administración, su falta de medios humanos y materiales, las ratios que mantienen, y la inutilidad de los protocolos tienen algo que ver? No hay dedo que señale hacia allí, es más fácil y gratuito zumbarle al maestro, que total está acostumbrado y no se rebela. Ojo, repito que ignoro quién es responsable, a parte del chaval. Pero la cautela, en estos casos, debiera ser preceptiva. El daño ya está hecho: tres profesores y dos alumnos heridos y el cuerpo docente otra vez lleno de mierda. Objetivo cumplido. Sabremos más de este caso si se descubren responsabilidades del centro; si no van por ahí los tiros, se tapará el asunto. Si no se profundiza en estos casos, no se evitan en un futuro. Pero eso parece que les da igual.

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