DE CULO Y CUESTA ABAJO

Tiziano Tizona
Salta a las redes la noticia de una inspectora que ha reclamado los nombres de los docentes que han votado en contra de utilizar un cuaderno de evaluación avalado por la Junta de Castilla-La Mancha para “delimitar responsabilidades”. Esto ha sucedido, según la noticia, en Guadalajara. Dado el clima de nula libertad, de coacción y de miedo impuesto por las instancias educativas y por parte de algún equipos directivos, se impone de manera urgente la obligatoriedad de que las votaciones sean secretas y el recuento en público. Muchos docentes desvían su voto por miedo a las represalias. Es muy vergonzoso que eso ocurra, y se permita, en el siglo XXI. En nuestro cuerpo los derechos laborales van de culo y a una velocidad vertiginosa. La dictadura se impone pero revestida de purpurina y de eufemismos. Puede que el primer paso para la mejora del asunto educativo sea sacralizar la libertad de cátedra de pensamiento y de expresión. Cosa que debiera ser tenida por obviedad en un país civilizado y democrático, máxime en unas instituciones que pretenden inculcar esos valores.