YA HEMOS LIADO OTRO POLLO

Tiziano Tizona

Pues ya la hemos liado otra vez Debe ser una maldición innata (o bendición, según se mire, porque eso de agitar el avispero es algo que consideramos necesario para que esto avance …o por lo menos que no nos fostiemos irremediablemente).

Resulta que se me ocurre, intrépido de mí, escribir en X: “si en los informes hubiera una casilla que rezara «el niño no ha estudiado», igual, en muchos casos, nos ahorrábamos papeleo”. Pues nada, bienvenido san Quintín. Muchos (la mayoría) de conmilitones de la tiza, que sí, que tenía razón, que en muchos casos lo que pasa es exactamente eso. Otros (la mayoría “cuerpos extraños al aula” o “en busca de refugio”)…bueno, lo de siempre: poco profesional, vocación nula, preparación y formación defectuosa (sobre todo de la suya), que si al profesor se ña sopla lo que pasa con sus alumnos, que si nos reímos de las criaturas…ya tú sabeh.

Resulta gracioso que, cuando hablas con ellos carita a carita: unos te confiesan que el nene se pasa jugando con el móvil (o similar) hasta las tantas, otros que el niño no les hace ni puñetero caso; otros que la nena no sabe lo que es tocar un lápiz…Ojo, estoy hablando de situaciones de estas, no las referentes a los niños  con dificultades reales que por ellos hay que partirse los lomos. Luego existe la vertiente del “torero de salón” que su trabajo no es dar clase sino sentar cátedra desde su despacho y darle candela al profesor por borrico. Otros,desde las universidades (después de la selección del alumnado vía EBAU y reclamadores sempiterno de otra criba vía “prueba de acceso” a sus facultades), de los que  no consta ni una adaptación a su alumnado en su brillante historial…que si la culpa de que el nene no estudie, naturalmente, del maestro que no se adapta a los intereses del alumno (mátame camión).

Ninguno de ellos se ha parado a preguntar al alumno que ha palmado un trimestre por no estudiar. Me gustaría ver sus caras al oír las respuestas de la chavalada.

Pues esto es lo que hay, voy a ver si diviso otro charco para tirarme en plancha.