CHARCO: LAS EXCURSIONES A DEBATE

Tiziano Tizona
El charco de hoy es de los gordos: las excursiones. No vamos a negar de que son chulísimas y los peques se lo pasan bomba en la mayoría. Las fotos salen fetén y a padres y familiares se les cae la baba cuando las ven en la página los coles. Veamos lo que hay detrás: siendo loable eso de que los polluelos se diviertan y la operación de marketing que supone por la encarnizada lucha de algunos centros por conseguir alumnado, una gran parte de esas experiencias son prescindibles. Uno porque en demasiadas ocasiones los niños que se quedan son almacenados y desatendidos; dos porque los profesores que acuden a la excursión abandonan el resto de sus materias durante ese tiempo y tres porque a los compañeros se les joden las pocas horas de guardia de las que disponen para preparar materiales y rellenar burocracias varias. ¿Todo eso compensa una foto con una cabra o comiéndose un bocadillos en un parque sentados en corro? Antes de que os echéis encima con la katana, he de decir que hay excursiones que complementan perfectamente el currículo y que son muy efectivas…pero seamos honestos, ¿cuántas? Muchas veces se plantea la excursión y después se le busca encaje. Pues no, en este caso el orden de los factores sí altera el producto. Sensatez, compañeros, no todo es la foto para el Insta, hay que pensar también en los que se quedan. Estoy ready para el trueno que me va a caer.