LA VIÑETITA DE LAS NARICES

Tiziano Tizona
Hoy me ha vuelto a llegar (enésima vez) la dichosa viñetita (seguro que si eres docente la has visto) del mono, el pingüino, el pez y el elefante enfrentados a un profesor que piensa evaluarlos haciéndoles subir a un árbol. Es sorprendente que todavía se utilice en congresos educativos y en publicaciones pedagógicas.
El dibujo no debiera tener ni un pase dado que estamos hablando de alumnos y, a no ser que alguien me contradiga, todos son de la misma especie: humanos. Con el tema de las inteligencias múltiples, hasta ahora en calzones y sin evidencias concluyentes, todo indica que los procesos de aprendizaje siguen patrones muy parecidos y que, diagnósticos aparte, son factores lejos de la capacidad de aprender los que dificultan la adquisición de conocimientos. Entorno familiar, situación socioculturales, economía, espacios, atenciones, voluntad, esfuerzos, orden y sosiegos dentro y fuera del aula…No quiero, ni pretendo ser categórico porque no soy científico (aunque llevo 30 años de tiza a las espaldas, algo de «empirismo» tendré, digo yo), pero me resulta muy extraño que si Michael Jordan tiene que aprenderse las tablas o acentuar las palabras llanas lo haga de manera muy diferente a que si lo tiene que hacer Shakira. Cada uno tiene (o tuvo) sus habilidades “skills» que era a lo que se refería Howard Gardner, no a inteligencias por mucho que se paseen por guías didácticas y temarios de oposiciones. Entonces, en vez de hacer subir al pez al árbol, debieran trabajar sobre esos factores extrínsecos para paliar las desigualdades y contar con profesionales especialistas en los centros para ayudar a los chavales que sí puedan llegar a tener problemas de aprendizaje por motivos médicos. Con eso me refiero a profesionales especialistas de verdad, no a maestros que hayan hecho un cursillo a base de PowerPoint y viñetas chorra.