…Y NUESTRA ALEGRÍA ACTUÓ DE NUEVO

Tiziano Tizona
Nuestra alegría de ministra Alegría no pierde ocasión de sacar a pasear los unicornios cuando ve una cámara o intuye un micrófono. La última ayer miércoles en la pre‐cumbre de la UNESCO sobre la transformación de la educación. Ante 150 ministros del ramo pudo enseñar músculo de glamour y hacerse (nadie le replicaba) la chulita de lo fetén que está llevando el asunto educativo en nuestro país. A ver si les suena la letra de esta canción. La reforma «permitirá abordar los retos del siglo XXI y avanzar en los Objetivos de Desarrollo Sostenibles». El nuevo currículo pondrá el acento en cuatro prioridades: el desarrollo de las competencias, la educación en los valores democráticos y en la igualdad de derechos, la formación digital y la promoción de las personas. Y, faltaría más: «El objetivo debe ser prestigiar la profesión, mejorar su formación inicial e impulsar su desarrollo a lo largo de toda la trayectoria». Hasta aquí el relato de la ministra y su descripción del unicornioland. La realidad es que los directores de los centros están que trinan y montan el pollo cada vez que reúnen a los equipos directivos para darles una charla de la LOMLOE (propagandística, se supone que los equipos directivos saben leer), las editoriales sacando textos sin que se haya publicado de manera oficial el currículo, los alumnos eligiendo optativas que no se sabe si se van a cursar, los maestros de los cursos donde se implementará la LOMLOE más perdidos que un pulpo en un garaje. Todos pidiendo una moratoria mientras la administración mira hacia otro lado, hacia la tierra de los unicornios anteriormente referida. Eso es la realidad.
Ps: ¿Cuántos de esos 150 ministros han pisado un aula? Porque la nuestra no lo ha hecho en la vida.