NOS ESCONDEN BAJO EL FELPUDO
Tiziano Tizona
Bueno, pues resulta que andan unos y otros a la busca de un voto que les dé la posibilidad de apoltronarse una legislatura en los sillones azules, que son los que más molan. Llamadas, ofertas y contraofertas, chantajillos de tratantes, aroma a sobre, promesas de buhoneros…
Ninguno, que yo sepa, corríjanme si yerro, ha puesto sobre la mesa de negociación la marcha de la educación en los próximos años. Ya vimos en el tostón de los debates que no gastaron ni treinta segundos en ella. Lo que debiera ser un puntal en los programas electorales y en los condicionantes para los apoyos parlamentarios, se mete debajo de la alfombra para que no moleste.
Una sociedad justa, equitativa, sólida, culta y respetuosa parte impepinablemente de la calidad de la educación que ofrece a su ciudadanía. A nuestra fauna política parece que le da igual. Yo lo achaco a que se ha renunciado a gestionar el asunto educativo al convertirlo en modelos calcados al mundo empresarial, perfil del “producto” incluido. Tanto unos como otros manejan propuestas similares que copipegan de organizaciones poco recomendables en lo referente a la formación cultural de nuestra chavalería, dejando fuera del ámbito de influencia a las instituciones académicas (humanísticas y científicas) que la sensatez convertiría en referenciales. Fuera queda también la opinión y las propuestas del profesorado por mucho que nos esforcemos en hacernos oír. Visto el equilibrio entre los posibles bloques, bastaría con que un par de diputados, del partido que sea, ponga como “conditio sine qua non» acabar con el bodrio LOMLOÍSTA para que se empezará a ver la luz esto de la educación para bien de nuestros alumnos. Pero me apuesto mi chelín de la suerte a que no va a ocurrir…porque les importa una pija.