PARA PROFESAURIOS Y UNICORNIOS

Tiziano Tizona
A menos de media pausa de Antena 3 para que comience el show, profesaurios y unicornios, cada uno en su estilo y en su forma, toca partirse el pecho. Tenemos una legión de criaturas esperando y muchos no nos tienen más que a nosotros para recibir un mínimo de inquietudes culturales y de formación. Nuestra función es a medio y largo plazo, no nos dejemos llevar por las inmediateces. Hay que sembrar, y los buenos frutos tardan en cosecharse. Tengamos claro adónde vamos y adaptemos las puñeteras leyes (no hay que dejar de respetarlas) al bien del alumno. Van a haber dificultades y piedras, y burocracias dañinas, y conflictos, y menosprecios y ataques por todos lados. Respondamos sin miedo, defendamos nuestra profesión con honradez y honestidad, todos. Tenemos puntos en común en nuestras reivindicaciones, tanto profesaurios como unicornios; empecemos por ahí y consigamos metas que benefician a todo el sistema educativo. Aunque algún político o jerarca educativo se le tuerza el gesto, nuestra misión no está en contentarlos a ellos sino en defender a nuestros alumnos y a nuestros compañeros (en bloque). Los políticos, los consejeros, los ministros van y vienen…lo que sembramos y florezca en nuestro alumnado dura hasta que dejen de respirar, esa debe ser la cumbre de la jerarquización de las prioridades. No nos dejemos explotar, lo de la vocación es un vaciabolsillos; pero seamos profesionales y cuando entremos a un aula hay que vaciarse, tenemos mucha boca a la que alimentar de ciencia, artes y humanidades. Saquemos los dientes por nosotros y por ellos, seamos de una vez un colectivo con un peso tan importante como nuestra función. No consintamos que nos releguen a canguros o a animadores de parque de bolas (desde el respeto a ambos) o a notarios o administrativos (ídem), somos profesores y queremos y debemos enseñar. Al tajo pues.