EDUCACIÓN: CRUZADA ANTIBOLI

Tiziano Tizona
El otro día vimos las causas de la cruzada antilibros, completamos hoy con la de antiboli y anticuadernos.
“Os paso este esquema por el classroom», “Me hacéis este karhoot (o como se llame) para mañana”, “Mandadme tal o pascual por el Drive»… todo eso está muy bien, muy cool y muy moderno. Pero en realidad no deja de ser un esquema, un test y unos escritos que pueden perfectamente hacerse con algo tan rudimentario como un lápiz y una libreta y corregirse con un bolígrafo. ¿Cuál es la diferencia significativa? La sumisión al consumo, la educación se ha vuelto una piscifactoría de ansiosos y obligados consumidores. Un boli sale por un euro y un cuaderno por dos. Para hacer lo anterior, se ha de tener un ordenador, un programa base, actualizaciones cada dos por tres, pagar por datos, pagar a las eléctricas, pingües cursillos para docentes, publicidades varias y enganche desde pimpollos a las pantallas. Yo, que voy teniendo más años que un bosque, me las apañaba con mi estuche: boli, lápiz, sacapuntas, regla, goma y colorines hasta que llegó el lujo del rotring para dibujo técnico en BUP. Y no tengo, en absoluto, ninguna queja de la formación que me dieron mis maestros en la escuela pública hasta que finalicé todos mis estudios; es más, a día de hoy, todo son agradecimientos. Esa formación que me fue dada me permitió adaptarme sin problemas a manejar un ordenador a sacar partido a sus programas y a dar y recibir clases “on line” durante esta pandemia cuando lo único tecnológico que olí en mi formación era una calculadora. ¿Queremos digitalizar a nuestros alumnos? Bien, a ver si el Ministerio de la Cosa, con la lluvia de millones con que lo han regado, es capaz de sacar una plataforma gratuita (y efectiva) respetuosa con los datos, encarada exclusivamente a la función formadora, sin publicidades, sin traspaso de datos a las empresas, sin que las editoriales metan el hocico, sin la sumisión a los gigantes de las telecomunicaciones.¿A que no? Pues ahí está la madre del cordero.
Mi padre (qepd) nos sacó a cuatro hijos y nos dio estudios universitarios a los cuatro con el sueldo, de entonces, de un maestro: libretas y estuches para todos. Hoy en día, me temo, le hubiera sido imposible.
Apuestas: ¿Qué empresa patrocinará el próximo tinglado educativo con la presencia de la plana mayor de ministerios y consejerías? ¿Un banco?¿Una editorial?¿Una eléctrica?¿Un gigante tecnológico?
Es imposible estar más de acuerdo contigo. Yo no reniego del uso de la tecnología y intento que mis alumnos la aprendan, pero esta no puede ser el hilo conductor del aprendizaje. La tecnología es un instrumento que se puede utilizar de forma puntual. No va a ser el autocorrector el que le explique en el momento que escribe si «solo» lleva acento o por qué la calculadora da error al calcular 1 dividido por cero. Enviar un correo con un documento adjunto es otra forma de entregar la libreta que no mejora en nada el proceso de aprendizaje. Una videoconferencia, es solo una forma constreñida de ver una pizarra en la cual la interacción se ve limitadísima.
En resumen, las herramientas informáticas no son la panacea, solo un un destornillador que a veces utilizamos para sacar ese tornillo que se resiste, pero que no nos va a permitir curar un resfriado.
Me encantan tus publicacions y las seguiré a partir de este momento.
Enhorabuena por el blog.