LA MALDITA CONSIGNA Y EL PÉNDULO

Tiziano Tizona
La consigna es: “Muerte al conocimiento y a quien quiera transmitirlo y ensalzarlo» (esto último solo laboralmente…por ahora). La plaga unicornial está empoderada y arrasa de manera poco elegante a todo lo que no huela a nubes de arcoiris. Los profesaurios son arrinconados en los claustros (nos han llegado historias increíbles por lo vomitivas) y apocados cada vez que osan dar una opinión (aunque buscados, por lo bajini, cuando les entran dudas gramaticales, ortográficas y/o matemáticas). Están sufriendo un acoso (y derribo) de todo a cien basado no en el argumentario, como debiera ser, sino en el penoso carácter cuantitativo, el mismo que reduce la diversidad a una broma.
A los equipos directivos, inspecciones y administraciones les encanta la fanfarria y la purpurina y algunos docentes han visto tajada. Como de esa manera el aprendizaje es muchísimo más anodino, sobre todo cuando una prueba externa pone a cada uno en su sitio. Solución: acabemos laboralmente con otra manera de pensar y de actuar que no se someta a nuestras patochadas. Que se dediquen a otra cosa o que “martiricen» a los niños con su boli rojo desde su casa. Practican un “Killing me softly» con la sonrisa del payaso malo marcada en la cara y la protección de la manada hegemónica. Compañeros, no pasa nada, estáis equivocados, pero sabed que la cosa educativa (como cualquier otra) es cíclica, o si preferís pendular, a la tortilla se le ha de dar la vuelta. Espero sinceramente que cuando esto ocurra se os respete, se os escuche, se os valore y se os trate bien. Esa, por lo menos es mi intención.